-

English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

jueves, 1 de julio de 2010

El único ránking

Este es el momento en que los ránkings de FIFA se paran ante su realidad, el momento en el que de nada sirven los cómputos que nadie entiende para signar a determinadas selecciones como las mejores del mundo. El mundial es el que tiene la palabra, el que dice quien merece se nombrado entre los diez o veinte mejores y quien ha sido un resultado a contrapelo de una fórmula tan secreta como falsa.
Los ocho mejores equipos del mundo, diga FIFA lo que diga en su próxima publicación, son los que han llegado a la instancia de cuartos de final. Asimismo los dos mejores del mundo serán los que se paren frente a frente el 11 de julio para dirimir el mundial número #19, aunque esos equipos fueran Ghana y Paraguay, por citar a dos que absolutamente nadie vaticina como favoritos para jugar ese partido.
Es así, sí o sí, porque el fútbol no puede escoger a sus mejores equipos o jugadores de otra manera que no sea en una cancha de fútbol. No importa nada más que lo que pase en la cancha; ese lugar donde los equipos y los jugadores se escogen solos, por sus propios méritos.
Ha quedado claro que Inglaterra era un paquete vendido por los medios, que Francia no era nada, que Argentina no era tan poco por tener a Maradona de técnico, que el fútbol sudamericano es hoy el de mejor nivel del mundo por tener a cuatro de sus cinco equipos entre los ocho mejores, que Cristiano Ronaldo está tan cerca de Messi como el Real Madrid quisiera y tan lejos como lo marca la realidad, que Cuauhtémoc Blanco y Bofo Bautista no podían ir al mundial de otra cosa que no fuera de espectadores, que Brasil (pierda o gana ante Holanda) es la gran verdad a lo largo de la historia de los mundiales, con o sin 'jogo bonito'.
Algunos ya dicen que este es un mundial malo o decepcionante, tal vez porque sus expectativas sobre equipos o ídolos no se cumplieron. Los mundiales no son malos o buenos, aunque obviamente los hay mejores; son reales, y cuando la realidad decepciona hay que analizar en qué se fundaron las ilusiones de aquellos que las tenían.




No hay comentarios:

Publicar un comentario