La piel del oso

Atrás quedaron los tiempos en que los jugadores llegaban en silencio, a demostrar y ganarse un lugar en su nuevo equipo. Aquello de 'vengo a sumar' cada vez es más cliché en las bocas de los jugadores traspasados, que llegan con su historia a cuestas.
Algunos aspectos han cambiado en el presente futbolístico, principalmente europeo, donde se recibe aclamación primero y puede ser que se merezca después. En todo caso, por las dudas de que no haya motivos luego, mejor festejar ahora una llegada que jamás una conquista.

Para ver a Raúl en su primer entrenamiento más de 2000 alemanes pagaron entrada en el estadio del Schalke 07. Cristiano Ronaldo tuvo un Bernabéu lleno cuando llegó al Real Madrid y algo parecido sucedió con el arribo de Kaká al mismo club. El Barcelona no se quedó atrás cuando logró el fichaje de Villa.
Según palabras textuales de Mundo Deportivo, el arribo de Guti al Besiktas tuvo una recepción sin precedentes por parte de la fanaticada: "Guti dio una vuelta en plan torero al estadio Inonu, donde le jalearon 15.000 hinchas. Ni el Fondo Sur del Bernabéu vitoreó nunca así al '14' a lo largo de sus tres lustros en el primer equipo madridista".
Los nuevos dirigentes del fútbol mercadotécnia tienen claro lo que deben hacer en cada momento, para sacar de cada jugador el mayor jugo, aunque no sea en la cancha. Guti o Raúl pueden no ser las salvaciones del Besiktas y el Schalke 04 en lo deportivo, pero seguramente muchas camisetas azules con el 7 (los alemanes han reconocido que esperan vender hasta 50.000 con el número de Raúl) o blanquinegras con el 14 habrán justificado la llegada de las estrellas, aunque después su desempeño en la cancha pudiera no colmar las expectativas.
En el extremo de la mercadotécnia se ubica un Real Madrid que sigue vendiendo, a través de su tienda on line, la camiseta 7 con el nombre de Raúl, la cual ha anunciado que mantendrá por toda la temporada.