R: Agarrado del ancla

Mientras otros jugadores argentinos saltan a la fama a temprana edad, muchas veces llegando a Europa antes de cumplir los 20 años, a Claudio Bieler el camino se le hizo más largo. Debutó en la primera división argentina para luego pasar a préstamo a un equipo de segunda; después  fue a Colo Colo de Chile, pero tuvo pocos minutos y pocos goles.

Recién en 2008 explotó su carrera, al pasar a Liga de Quito para conseguir la Copa Libertadores de América, al año siguiente la Sudamericana (siendo el goleador de ese torneo y del campeonato ecuatoriano) y finalmente la Recopa. América entera hablaba de Bieler, un implacable del área cuyo pasaporte seguramente sería sellado para México o Europa.

Sin embargo decidió volver a su país en una decisión casi misteriosa que puede atribuirse a la proximidad del Mundial y sus expectativas de estar más cerca de la mirada de Maradona.  Según el propio Bieler declaró al momento de fichar por la ‘Academia’, quería tomarse una revancha en la Argentina.

Desde hace mucho tiempo Racing anda de mal en peor, una historia que se ha repetido invariablemente durante los últimos cuarenta años. Ir a Racing es subirse a un barco en permanente naufragio, deportivo y económico.

Las ilusiones del jugador de tomar revancha se fueron hundiendo, como Racing en la tabla de posiciones, pero lo peor no es el naufragio sino ¡agarrarse del ancla!. Bieler, que ha desaparecido de la escena internacional porque su equipo no es vitrina, además firmó una cláusula de recesión de contrato de $ 5.000.000, la cual lo mantendrá atado al naufragio por otros tres años, salvo que aparezca un equipo con ese dinero y dispuesto a llevárselo.