R: ¡Al infierno!

Independiente vive su propio infierno, tras perder por culpas propias la oportunidad de conseguir el torneo argentino de la Primera División.
Hasta hace cinco fechas el 'Rojo' lideraba, jugaba bien y era serio aspirante al título. Fue entonces que perdió su primer partido en el recientemente inaugurado estadio Libertadores de América, como local, ante San Lorenzo, un equipo que, aunque grande, ocupaba las últimas posiciones de la tabla.
Ahora le tocó enfrentar a Boca Jrs., recuperado de la mano de Pompei, pero lejos de ser el Boca que todos conocen. ¡Tampoco! El equipo del 'Tolo' Gallego volvió a mostrar deficiencias en las dos puntas de la cancha: zona de definición y última línea defensiva.
Si la cancha tuviese cinco metros menos de cada lado, tal vez Independiente sería el mejor equipo del mundo; pero parece que le queda larga.
Pese a ponerse en ventaja desde temprano, la alegría le duró poco al 'Diablo' y el empate boquense llegó enseguida. Luego, sin que fuera necesario el brillo de Riquelme, Boca impuso sus condiciones con calma, ante un Independiente inoperante en definición y dubitativo en defensa.
Este domingo Independiente se despidió de ser campeón porque no se pueden perder dos clásicos en calidad de local (San Lorenzo y Boca) cuando se aspira a llegar arriba. Porque no se pueden errar goles por docenas y porque hay que poner algo más que juego cuando se quiere alcanzar algo tan valioso como una copa.