Sin complejos

Tanto y tanto se habló de los naturalizados en México, que en un momento se transformó en una cuestión con tintes de racismo. Los 'no mexicanos' como Sinha, Vuoso o Franco, fueron cuestionados desde casi todos los ángulos y con pocos argumentos sólidos. La excepción entre estos argumentos era la que postulaba que para llevar un extranjero debía justificar ser mejor que los nativos que jugaban en su posición.
Aún así no fue suficiente con que Zinha haya sido, por mucho, el mejor volante creativo de México, porque está, junto a Oswaldo Sánchez y Pavel Pardo, en esa lista negra inconfesa del 'Vasco' Aguirre.

Para los acomplejados que se mantienen porfiados, con eso de 'puros mexicanos' sin razón de peso, es bueno tomar en cuenta lo que pasa nada menos que en Alemania, un país tres veces campeón mundial, con muchos nombres, y que una vez  fue la viva encarnación del racismo en su peor expresión.
Hoy en día Cacau, nacido en Brasil, Lucas Podolski y Miroslav Klose, polacos de nacimiento, son parte de la gran 'Mannschaft', en un equipo donde brillan apellidos españoles, turcos, polacos, portugueses y serbios.
Si Alemania, con todo su pasado glorioso en lo deportivo y vergonzoso en lo social, puede ... Parece que es tiempo de evolucionar y trabajar seriamente, sin fijarse en nacidos o no nacidos o decretando caprichosamente quienes van o se quedan en un Mundial, aprovechando para 'vendettas' de corte camarillero.

Seguramente en Alemania, alguien por encima del técnico Low, no le permitiría caer en revanchismos y hacer como que no existen jugadores que todo el país está viendo que merecen ser convocados a la selección. Por eso Alemania es potencia mundial y México está muy lejos de serlo.
Es una cuestión netamente dirigencial. Una más en un país con tanto poder económico dentro del fútbol y con una fiscalización casi nula, que permite situaciones como la referida, o la multipropiedad de equipos, entre otras manchas oscuras.