O: Sin los grandes

Casi desde que el fútbol es profesional (y hasta desde antes) los cuadros grandes existen en cada país del mundo y han tenido los mejores jugadores debido a una combinación de factores que incluyen, por supuesto, su poderío económico. Ellos son, además de las selecciones, los grandes embajadores que han llevado el nombre de sus propios países de la mano, cosechando admiración y respeto para sí mismos y para el fútbol de sus tierras.

No esperamos que el Osasuna o el Rácing de Santander se queden con el trofeo de La Liga. Sabemos que el  asunto estará siempre entre el Barcelona o el Real Madrid y que puede que el ‘sorpresón’ venga de parte del Valencia o el Sevilla. Pero sería eso: un SORPRESON.

En Inglaterra sucede otro tanto, centrándose las posibilidades entre Chelsea, Arsenal, Liverpool y Manchester United. Sería todo un accidente que Tottenham o Manchester City, aunque invierten millones en sus equipos, lograran desplazar a los cuatro grandes de una de las plazas previstas para los ingleses en la Champions.

Con el Bayern Munich, en Alemania, el Juventus, el Milan y el Inter en Italia, el Porto en Portugal y el Ajax y el PSV en Holanda, la historia continúa incambiada. Y cruzando el Atlántico igual, porque las posibilidades de llegar arriba están más por el lado los grandes, con la excepción en cierta forma de México, donde el formato de competencia con liguilla evita que un equipo se haga inalcanzable en un campeonato que se defina solo por suma de puntos, como sucede en Europa y buena parte de Sudamérica.

Suele suceder que cuando los equipos grandes no consiguen sus objetivos a nivel local, sus malos momentos coinciden con los de sus países. El campeón de Argentina es Banfield (por primera vez en su historia), que le ganó el torneo en la última fecha a Newell’s, otro equipo chico. Viendo la forma miedosa y casi patética en que Banfield cayó ante Boca en la última fecha, mientras que Newell’s perdía como local ante San Lorenzo, la conclusión es que el ‘Taladro’ no fue el mejor, sino el menos peor. Cuando el campeón es ‘el menos peor’ significa que el fútbol de un país anda mal … o peor.

River, Boca, Independiente, Vélez y San Lorenzo, los grandes,  no estuvieron ni en la pelea por el título y el fútbol argentino pasa por una crisis de protagonismo local e internacional (cuya gran excepción es Estudiantes y su merecidísima obtención de la Copa Libertadores), que lo mostró muy pálido en la Copa Sudamericana y en consecuencia en la segunda mitad de 2009. Esta palidez pampera seguramente se va a ver reflejada en la Libertadores 2010, donde difícilmente un equipo argentino logre cosas importantes. El propio Estudiantes ya estrenó su título siendo humillado por Alianza.

Que los grandes no estén peleando el título local repercute en que no van a clasificar a torneos internacionales(Libertadores, Champions, Sudamericana, UEFA) y es síntoma inequívoco de que el fútbol de un país se encuentra en crisis.

Aunque existen excepciones (Cienciano, Once Caldas, Argentinos Juniors, entre otros), normalmente cuando los equipos chicos de un país juegan torneos internacionales, no llegan lejos.