Jugando por fósforos apagados

¿Hasta dónde pactar partidos amistosos antes del mundial es beneficioso para las selecciones participantes? Es ésta una de las grandes preguntas que deben responderse los técnicos, a pesar de la conveniencia económica que significa jugarlos.
Obviamente sacan conclusiones importantes, pero el riesgo de lesiones es alto, principalmente cuando se juega ante equipos sin experiencia o que no van a ir al mundial y no parecen tener nada que perder.

Las lesiones, ya sean las provocadas por rivales o por exceso de actividad, pueden dejar a jugadores importantes fuera del mundial por jugar un amistoso en el que, como es el caso de Drogba, el técnico no duda de su titularidad indiscutida.
Una pieza fundamental de un equipo ha quedado fuera por un partido que no servía para nada. Aún si Drogba se recupera, perderá partidos que pueden ser fundamentales y obviamente no estará en plenitud para jugar los que le toquen.
Las políticas recaudadoras, disfrazadas de exámenes que necesitan los técnicos para darles los últimos toques a sus equipos, pueden terminar siendo una de las grandes aguafiestas de un mundial en el que ya varios famosos, por distintas causas, estarán ausentes.
Estos partidos, jugados por fósforos apagados, se pueden llegar a pagar carísimos.