Cada vez mejor

Creciendo en la adversidad y creciendo futbolísticamente, mundial tras mundial, Estados Unidos sigue siendo la mejor expresión de la superación permanente en todo el planeta. Cada vez juega mejor, cada vez preocupa más a sus rivales de turno.
Juega bien, con una aplicación estratégica y una perseverancia que recuerda a la Alemania de los mejores tiempos, aquella que era fría y efectiva hasta el último segundo del partido. Nunca bajan los brazos.
Las peores adversidades, como lo han sido los verdaderos robos que ha sufrido en este mundial (ante Serbia primero y ante Argelia luego) no los desenfocan de su objetivo. No permiten que la desesperación los saque de su libreto, siempre están concentrados.
Landon Donovan, el mejor jugador del equipo, muestra una condición que en general no se da en los jugadores profesionales: es mejor jugando para su país que para su club.
Bradley hijo es uno de los mejores volantes centrales de este mundial y Bradley padre uno de los técnicos más coherentes, serios y cuya mano se nota, de forma positiva, en el parado de su equipo.
Por estos motivos, entre otros, EEUU está en octavos de final, con serias posibilidades de superar a Ghana y alcanzar los cuartos.
Crecimiento constante y vertical de un fútbol que, al contrario de los europeos, muestra mejor selección que liga, porque a la MLS le falta muchísimo aún para ser un espectáculo futbolístico apetecible.