El destino se distrajo durante casi
noventa minut0s y por poco permite que sucediera algo fuera de lo común. Que
Cruz Azul ganara algo en una final.
Lo lógico o, al menos lo común, es que
Cruz Azul pierda sus finales, juegue bien o mal, merezca ganar o no. Eso no
importa a la hora de los designios del destino.
Fue sobre la hora, que es cuando más
duele, que Benítez volvió a sentenciar a Cruz Azul a otra frustración que, con
el paso del tiempo y las finales perdidas, cada vez duele más. Es la quinta
final en línea que pierden los cementeros.
La otra constante es que Pachuca viaje a
jugar el Mundial de Clubes, del cual ha estado presente en dos de las tres
últimas ediciones (2007 y 2008) y volverá a estarlo en la 2010. Porque para eso
de decidir quién es el equipo mexicano presente en el torneo mundial y para
frustrar una vez más al Cruz Azul es que sirve la poco célebre Concachampions.
Ah, puede que también para dar un
revulsivo al equipo que clasificó octavo a la liguilla mexicana y ahora tendrá
que vérselas en cuartos de final ante el líder general de la tabla y campeón
defensor, Monterrey. Esto le agrega sal a los encuentros que comienzan desde
este fin de semana.
Una antigua publicidad de una reconocida
marca de relojes rezaba: ‘Gracias a los segundos, somos los primeros’. Una
frase que puede hacer suya todo equipo que defina algo frente al eterno
segundo, Cruz Azul.
No hay comentarios:
Publicar un comentario